Ante el reciente lanzamiento del concurso: “Diseño del nuevo logotipo de la Biblioteca Nacional Argentina Mariano Moreno”, los integrantes de la Asociación de Diseñadores en Comunicación Visual de la Provincia de Buenos Aires hacemos llegar nuestra preocupación por la degradación que, para la actividad del diseño, implican las bases de dicho llamado. Sin profundizar en la metodología propuesta de “doble instancia”, pero para clarificar nuestra postura, queremos destacar:
A) Sobre la convocatoria
En el apartado 3 (Participantes) de las bases puede leerse:
“Podrán participar del concurso personas físicas que sean o tengan trayectoria como artistas, diseñadores en general y diseñadores gráficos y toda aquella persona con nociones de diseño y un marcado perfil creativo, en todos los casos mayores de edad, argentinos nativos, o extranjeros nacionalizados o con más de diez años de residencia en el país.”
Es decir que, para la convocatoria de la BN, el desarrollo de un signo marcario, pieza de anclaje de todo programa de comunicación institucional, no necesariamente puede ser desarrollado por profesionales, y que la sola auto percepción creativa o las habilidades plásticas alcanzan para resolver esta compleja problemática.
Por otra parte, el Estado indirectamente acepta que los problemas de comunicación visual pueden ser resueltos por diseñadores “o sin ellos”, a pesar de financiar la formación de Diseñadores, tanto en Universidades Nacionales como en Institutos Terciarios en todo el país y de todas las instancias de formación privada que avala desde el Ministerio de Educación. La ADCV no se opone a la participación ciudadana de expresiones culturales, pero para estos casos lo pertinente es desdoblar la convocatoria en dos categorías: una de Diseño Profesional y otra, de Ideas Visuales para que la ciudadanía acerque sus expresiones y grafismos, los que posteriormente sirvan de insumo para que un profesional confeccione un programa de comunicación con todas las componentes que requiere el proyecto. Tampoco desconocemos que en nuestro país existen importantes diseñadores idóneos con dilatadas trayectorias, totalmente comprobables. Pero esta ambigua convocatoria va mucho más allá.
B) Sobre la confidencialidad
En el apartado 5 (Forma de entrega), inciso 5.1 se trascribe:
"La presentación deberá adjuntar los siguientes datos del participante : nombre completo, número de DNI, dirección completa, correo electrónico, y número de teléfono particular y/o celular."
Una de las premisas básicas en un concurso profesional, es la de la confidencialidad. El habitual seudónimo, ha sido reemplazado por la visualización directa de los datos del creador. Esto permite generar dudas sobre la transparencia del acto y da paso a posibles futuras impugnaciones.
C) Sobre el jurado
En el apartado 6 (Conformación del jurado) se aclara:
“El jurado que fallará en el concurso, tanto en la primera como en la segunda vuelta, estará integrado por: - Alberto Manguel, en carácter de titular y Elsa Barber, en carácter de suplente. - Ezequiel Martinez - Martín Blanco - Luisina Andrejerak - Marcos Padilla”
De los datos hasta aquí recabados, solo uno de los miembros del jurado (Luisina Andrejerak) es una profesional con expertiz en la temática. Los demás son funcionarios de la Biblioteca o profesionales de otras disciplinas.
D) Sobre los resultados
También en el mismo inciso 6 se observa este párrafo:
“Todas las decisiones se tomarán por mayoría absoluta de los presentes. Las decisiones del jurado son inapelables y el mismo podrá declarar desierto el resultado final del concurso.”
En el inciso 7 (Premio), también aclara:
“El concurso podrá declararse desierto, en caso de que ninguna de las propuestas presentadas resulte suficientemente satisfactoria para los objetivos del concurso.”
Por cuestiones de sentido común, si participan profesionales del diseño, no debe declararse desierto, ya que entra en contradicción con los títulos habilitantes que el propio Estado expide. Que la institución no desee utilizar el trabajo ganador, no significa que los profesionales no hayan dado respuestas correctas al requerimiento (quizás la institución deberá revisar las pautas del llamado). Este párrafo deja entrever la escasa valorización de la actividad del diseño -y de los profesionales que la desarrollan-, por parte de los convocantes.
E) Sobre los derechos
El diseñador puede ceder los derechos de explotación pero no puede hacerlo con sus derechos de autor, que no son patrimoniales. Por ello, resulta por demás confuso el inciso 9 (Cesión de derechos de autor).
En resumen
El propósito de un concurso de diseño es obtener posibles soluciones originales e inéditas a una determinada problemática de comunicación. Esta multiplicidad de respuestas permite elegir -de entre todas ellas- la más acertada. La participación de los colegas asegura la profesionalidad del trabajo y evita problemáticas derivadas del desconocimiento del área disciplinar. Además, es el mejor aval en situaciones de requerimientos específicos, técnicos y cuestiones legales relativas al plagio.
Tras once años de gestión de la ADCV, hemos observado que las bases de los llamados a concurso no sólo son portadores de información básica sobre la convocatoria, sino que desnudan el concepto que sus convocantes tienen sobre la disciplina y sus alcances. Un concurso mal llamado, con escasa o nula presencia de jurados idóneos, con problemas de confidencialidad, mezclando la producción de diseño profesional con las expresiones gráficas de los no profesionales, con premios subvalorados (o pago en especias), condiciones de entrega de materiales poco claros, etc., impactan de lleno en el menoscabo de la actividad del diseño y -mucho más aún- sobre quienes diariamente nos dedicamos, con entrega y profesionalismo, a solucionar los problemas de comunicación de empresas e instituciones.
Por último y, ante la existencia de decenas de Asociaciones y Colegios Profesionales existentes en todo el país, resulta inexplicable no realizar una ronda de consultas para encarar un evento de relevancia nacional. De hecho, nuestra institución -desde el año 2009- elaboró una
Normativa de llamado a Concursos, como materia de orientación para el armado de concursos (y premios de reconocimiento a la trayectoria profesional), que está disponible para su descarga y evaluación.
Creemos que, a pesar de haberse lanzado, las autoridades aún están a tiempo de rever la situación y mejorar todos los aspectos anteriormente mencionados, porque la Biblioteca Nacional, la ciudadanía y los diseñadores argentinos, merecemos un concurso profesional, que valore y respete al diseño local.
Asociación de Diseñadores en Comunicación Visual - ADCV de la Provincia de Buenos Aires Personería Jurídica 30.212
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