Hablar de Cavallaro es hacer referencia a una empresa centenaria que desde su creación pensó en un solo objetivo: brindar la más alta calidad en productos para higiene. Esa filosofía le ha permitido posicionarse como líder absoluto en su categoría y ser portadora de un valor afectivo que pocas marcas han logrado obtener. Hoy Cavallaro evoluciona y ese crecimiento se manifiesta visualmente a través de una imagen renovada, mucho más joven, dinámica, alineada a la categoría y, por sobre todo, respetuosa de su gran historia. El logotipo fue creado por el diseñador argentino Adrián Pierini quién en relación a este proyecto comentó: -"cuando nos toca abordar la actualización de una identidad, en donde la trayectoria juega un rol fundamental, nos exige ser analíticos y estudiar tanto su pasado como su presente corporativo y eso fue precisamente lo que hicimos. Cada recurso visual debió ser aplicado con muchísimo cuidado para no afectar la percepción que de la marca poseen tanto consumidores como empleados. Creo que el resultado obtenido logra un buen mix en donde lo estético y lo emocional se fusionan de un modo excelente"-. De un rojo intenso y un delicado gris plateado la nueva imagen ya comienza a observarse en las distintas aplicaciones y evidencian la positiva transformación. Quizá, uno de los elementos más llamativos del nuevo isologo sea su ícono consistente en una letra C conformada a partir de la integración de 2 rasgos gestuales. Pierini al respecto explica el por qué de este recurso; -" Cavallaro hasta la fecha no tenia ningún elemento fuerte que les permitiera generar identificación inmediata con la empresa, con sus productos, con su historia. Nos pareció que enfatizar esa letra podía lograr ese objetivo de un modo inmediato pero para ello debíamos aportarle un tratamiento distintivo que la vincule con el imaginario esencial de la compañía: la higiene. Las dos formas que conforman el iso representan la acción de renovación, el antes y el después de su presencia"-.