El 1 de julio se celebra el Día del Arquitecto Argentino, y también de las arquitectas argentinas. Sus historias son menos conocidas que las de sus pares varones por eso en esta oportunidad hacemos foco en ellas. Para hacer un recorte temporal revisamos seis historias de arquitectas argentinas (nacidas antes de 1936) que fueron las más visitadas y compartidas en los 116 días de vida en la web del blog Un día|Una arquitecta.
Son Marina Waisman, Carmen Córdova, Itala Fulvia Villa, Delfina Gálvez, Odilia Suárez y Martha Levisman. Por lo general, sus historias están vinculadas con arquitectos reconocidos: maridos, socios, profesores, amigos arquitectos, junto a quienes se abrieron paso en una profesión dominada por los hombres, más aún en aquellos años. Aquí una síntesis de sus historias:
Itala Fulvia Villa, 1913-1991
Se destaca fundamentalmente por su labor como urbanista formando parte en 1938 del primer núcleo del Grupo Austral junto a Antonio Bonet, Juan Kurchan, Jorge Ferrari Hardoy, Juan Lepera, Abel López Chas, Alejandro Vera Barros, Hilario Zalba, Simón Ungar, Samuel Sánchez de Bustamente y Luis Olezza. El Grupo Austral fue un colectivo que ejerció gran influencia en la arquitectura moderna argentina. Es ella quien envía información gráfica y fotografías a Jorge Ferrari Hardoy cuando estaba en Paris trabajando con Le Corbusier para armar el Plan de Buenos Aires. En el número 2 de Austral (1939) que aparece como un suplemento de Nuestra Arquitectura, se propone una subdivisión del territorio nacional en diversas regiones relacionadas a los datos del clima. Este criterio fue decidido por Villa.
El urbanismo fue uno de sus principales intereses y fue discípula de uno de los primeros urbanistas argentinos, el ingeniero Carlos María Della Paolera. Trabajó en organismos estatales relacionados al diseño de la ciudad. En 1945 realiza junto a Horacio Nazar, una propuesta de urbanización del Bajo Flores por la que obtuvo Primer Premio del VI Salón de Arquitectura.
Estuvo a cargo, junto a Campos Urquiza y Nazar de la División de Información Urbana de la Dirección General de Obras Públicas y Planeamiento Municipal. Allí comienza a trabajar de un modo sistemático para poder entender la “evolución de la ciudad”. Dentro de otras actividades, en el año 1962, participa como Asesora del Concurso Cementerio Parque Ciudad de Mar del Plata, cuyos ganadores fueron Horacio Baliero y Carmen Córdova.Se desempeñó como representante de la Federación Argentina de Mujeres Universitarias en 1979.
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Delfina Gálvez de Williams, 1913-2014
Fue una mujer que perteneció a ambientes progresistas y cultos del cambio de siglo en Buenos Aires. En 1931 con 18 años entró en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, donde conoció a Amancio Williams con quien se casó en 1941 y tuvieron 9 hijos. En los primeros años de casados trabajaron juntos. En 1942 realizaron ambos su primer proyecto junto a Jorge Vivanco consistente en departamentos en block para la ciudad de Buenos Aires, que se llamó “Viviendas en el espacio.
Ella negó en diferentes entrevistas la autoría compartida de diversas obras, incluida la Casa del Puente en Mar del Plata, para el compositor Alberto Williams, padre de Amancio. Sin embargo, en la publicación contemporánea de Alberto Sartoris Encyclopédie de l’architecture nouvelle, Milán, 1948 aparecen distintos proyectos de autoría compartida: Amancio Williams et Delfina G. de Williams. En esta publicación además de obras compartidas aparecen obras de autoría individual de Amancio Williams y otras que comparte con César Janello, Colette B. de Janello y Jorge Butler. Este reconocimiento de coautorías, que seguramente fue dado por el propio Williams desaparece en la mayoría de los relatos historiográficos sobre él. Las actividades de colaboración con Amancio Williams que reconoció como propias estuvieron más ligadas a la escritura, especialmente el redactado de las cartas con arquitectos extranjeros, especialmente, en francés.
Su actividad cultural y profesional se extendió más allá de la arquitectura y siguiendo la estela de su madre, la poetisa Delfina Bunge, escribió al menos dos libros Nosotros tres, una crónica de su infancia con sus hermanos Manuel y Gabriel y Cuentos creíbles.
En una entrevista de la revista Gente de 1976 cuenta que con cinco de sus hijos (Claudio, Cristóbal, Florencia, Teresa y Pablo) están trabajando en un proyecto llamado La ciudad que necesita la humanidad. Así que aún habiendo sido madre de 9 hijos, y que la crianza la llevó a una menor actividad personal y profesional, continuó sus actividades polifacéticas activamente hasta sus últimos días en diciembre de 2014.
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Odilia Suárez, 1923-2006
Odilia Suárez nació en Villa María, Córdoba. En 1944 ingresó en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1950 con Medalla de Oro. Durante los estudios conoció a Eduardo Sarrailh, arquitecto con quién compartió vida y trabajo. Aún era estudiante, en 1948, cuando comenzó a trabajar en urbanismo integrando el equipo del Estudio del Plan de Buenos Aires (EPBA) que dirigían los arquitectos Ferrari Hardoy y Antonio Bonet.
Su formación fue muy variada y completa, a principios de los 50 obtuvo una beca para estudiar con Frank Lloyd Wright en Taliesin West (EE.UU.) durante 6 meses. Al regresar a Buenos Aires, comienza una intensa actividad con el Estudio Suárez-Sarrailh Asociados que había fundado con el arquitecto Eduardo Sarrailh, su futuro esposo.
En 1964 ganó la beca OEA para estudiar planeamiento regional en Gran Bretaña y países escandinavos. A su regreso a Buenos Aires se integró en 1953 en la Dirección de Urbanismo, creada por Ferrari Hardoy, que proseguía la trayectoria del EPBA referidos al Área metropolitana y trabajpó en diversos proyectos de urbanismo para la Ciudad de Buenos Aires.
La búsqueda de un desarrollo equilibrado del área central de la ciudad, la zona sur y sus bañados fueron centrales en sus intereses y preocupaciones, de la que deriva la propuesta para el barrio “Casa Amarilla”, un conjunto de 15.000 viviendas y equipamientos sociales. Este proyecto no salió adelante, aunque si se construyeron Catalinas Sur y Lugano I y II. En 1957 comenzó su ejercicio de docencia como profesora titular de una cátedra de diseño de la FAU, UBA, fue la primera mujer en ocupar este cargo en Argentina. En el año 1966 deja la función pública así como la docencia debido a la intervención de las universidades por parte del gobierno militar.Pudo volver a la universidad en 1985 como Secretaria de Investigación y Posgrados. Ocho años después la decana Carmen Córdova le otorga la Medalla de Oro de la Universidad y es nombrada Profesora Emérita de la Facultad de Arquitectura y Doctora Honoris causa de la Universidad de Buenos Aires.
Suárez murió en 2006 encontrándose activa en varias investigaciones y proyectos como La ciudad y el río, La ribera del Río de la Plata y La autopista ribereña norte-sur. El último período de su vida estuvo acompañado de un ejercicio activo en tema feministas y charlas sobre la mujer y la ciudad.
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Marina Waisman, 1920-1997
Marina Waisman, apellido de soltera Kitroser, fue una arquitecta cordobesa, la más trascendente crítica de arquitectura de América Latina. Produjo teoría de la arquitectura mirando las problemáticas propias de la región y proponiendo herramientas adecuadas para entender nuestra realidad. Se graduó como arquitecta en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) en 1945. Fue la única mujer de su promoción y solo dos arquitectas se habían recibido antes que ella.
Se inicia en la docencia en la misma Universidad en 1948, donde creó la primera Cátedra de Arquitectura Contemporánea que dicta hasta 1971. Entre 1956 y 1959 dio clases en Tucumán junto a Enrico Tedeschi y Francisco Bullrich. Junto a ellos crea el IIDEHA (Instituto Interuniversitario de Historia de Arquitectura), En paralelo realiza una intensa carrera en el campo editorial. En 1970 comienza a colaborar con la revista Summa de Buenos Aires y dirige a partir de 1976 Summarios. También colaborará posteriormente con Summa+. Waisman se preocupó extensamente por el patrimonio modesto de las ciudades, no solamente desde sus enseñanzas sino también desde un concreto activismo.
En 1974 se incorporó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba donde formó el Instituto de Historia y Preservación del Patrimonio (hoy denominado Instituto Marina Waisman), primer posgrado de la ciudad de Córdoba. Aquí nace un grupo de trabajo que interviene en obras patrimoniales de la ciudad y se encarga de elaborar el catálogo de bienes a preservar de la ciudad. Desarrolló una intensa actividad en los SAL (Seminarios de Arquitectura Latinoamericana) que se iniciaron en 1985 en Buenos Aires.Su trabajo en estos ámbitos converge en dos libros: 10 arquitectos latinoamericanos escrito junto a César Naselli en 1989, editado por la Junta de Andalucía y El interior de la historia. Historiografía arquitectónica para uso de latinoamericanos (Escala, 1993).
En 1991 es designada como profesora emérita de la Universidad Nacional de Córdoba y en 1992 vuelve a dicha casa de estudios, dictando las Cátedras de Problemática de la Modernidad en América Latina y Problemática de la Postmodernidad en América Latina. Crea allí el Centro para la Formación de Investigadores en Historia, Teoría y Crítica de la Arquitectura, hoy llamado Centro Marina Waisman. En esta última etapa publica su libro La arquitectura descentrada (1995) analiza el mundo fragmentado de fines del siglo XX. Recibió el Premio América por su labor y numerosos reconocimientos antes de su fallecimiento en 1997.
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Carmen Córdova, 1929-2011
Pertenecía a una familia de ideas avanzadas y progresistas, creció rodeada de un mundo intelectual y cultural, que le llevó a amar las artes e incursionar en varias de ellas, dedicó 14 años de su vida a la danza estudiando en el Conservatorio Nacional; escribió prosa; pintó y también llegó a incursionar en la actuación. Fue en el estudio del pintor Emilio Pettoruti al que acudió a estudiar pintura, cuando estaba casi al final de su carrera, donde conoció a quien sería su colega de OAM, su socio y marido el arquitecto Horacio “Bucho” Baliero, con quien tuvieron tres hijas.
El grupo OAM fundado a instancias de Tomás Maldonado y Alfredo Hlito, del que formaron parte además de Carmen y Bucho, Jorge Bullrich, Juan Manuel Borthagaray, Alicia Cazzaniga, Gerardo Clusellas, Jorge Goldenberg, Jorge Grisetti, y Eduardo Polledo. El grupo OAM además de interesarse por la arquitectura eran amantes de todas las artes y su expresión conjunta. Tenían su sede en un edificio de la calle Cerrito de Buenos Aires, que fue una cuna de la modernidad arquitectónica de la ciudad.
Junto a Justo Solsona y Ernesto Katzenstein se inició como docente en la cátedra de Wladimiro Acosta con quien seguramente aprendió desde el reconocimiento del valor de la arquitectura moderna hasta la crítica sobre el mismo movimiento. Dentro de su trayectoria profesional junto Baliero ganaron el concurso del Colegio Mayor Argentino en Madrid, lo que les llevó a trasladarse a vivir allí con sus tres hijas en 1966.
En 1986 fue elegida Secretaria Académica en el decanato de Juan Manuel Borthagaray en la FADU-UBA durante dos mandatos, y luego ella misma sería electa decana. El período que ellos dirigieron cambió completamente la organización de la casa de estudios. Crearon las carreras de Diseño Gráfico y de Diseño Industrial, basándose en materias optativas que se dictaban en arquitectura. En 1989 se sumaron a la oferta formativa de la Facultad las carreras de Diseño de Indumentaria y Textil, la de Diseño de Paisaje y la de Diseño de Imagen y Sonido, esta última fruto del trabajo compartido con la arquitecta Graciela Raponi y de la pasión de Córdova por el cine. En 1994 fue elegida decana de la FADU por unanimidad, pero a pesar de ese apoyo no pudo concretar su sueño de una carrera que fuera más cercana a los ideales de la Bauhaus que tanto admiraba.
En 2001 Carmen Córdova escribió un libro Memorias de modernidad, como respuesta rebelde a un mundo global e injusto que no le satisfacía y con el que estaba totalmente en desacuerdo.
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Martha Levisman, 1933
Martha Levisman estudió en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires entre 1952 y 1958, cuando aún se daban clases en la Manzana de las Luces. Tuvo, como ella explica, la oportunidad de formarse en un momento de transición, una currícula y unos profesores que respondían al esquema Beaux Arts al principio y en los últimos años de la carrera vivir toda la eclosión de la modernidad en Buenos Aires.Entre sus profesores no sólo tuvo a Manolo Borthagaray y Francisco Bullrich, sino que también lo fueron arquitectas precursoras como Odilia Suárez y Enriqueta Méoli. Estudiando conoció a al que sería su socio, esposo y padre de sus tres hijos, Gerardo Clusellas (1929-1973) quien fue parte del grupo OAM.
Las obras que considera de más importancia en su carrera son las tres obras de carácter institucional que realizó para la Fundación Antorchas, que fueron proyectos pioneros en restauración, rehabilitación y refuncionalización en la ciudad de Buenos Aires.
Su formación ha sido continuada especialmente en dos temas, el primero la rehabilitación estudiando en 1987 en el Paul Getty Conservation Institute y en el Instituto de Conservación y Restauración en Churubusco, México. Y en 1995 obtuvo una Beca de la Fundación Antorchas para estudiar en la Scuola di Restauro de la Università La Sapienza en Roma. Y su segundo tema ha sido la archivística estudiando en Universidad de Columbia.
En los años setenta entabló amistad con el arquitecto Alejandro Bustillo (1889-1982), quién le legaría en vida su archivo, a partir del cual Martha Levisman realizó una primera exposición en La escuelita de los Arquitectos en 1982 Alejandro Bustillo, Arquitecto. Este fue el primer archivo que dio lugar a ARCA y sobre el que ha seguido trabajando, organizando exposiciones y catálogos de las mismas, además de publicar dos libros sobre su obra: Bustillo, un Proyecto de Arquitectura Nacional, 2007 y Bustillo en Patagonia, 2010. Entre 1998 y 2002 fue Directora del Centro ARCA-FADU, Asociación Civil para el Archivo de Arquitectura Contemporánea Argentina que se creó en 1982 con la entrega de la colección de documentos del Arquitecto Alejandro Bustillo. En 2002 se terminó el convenio con la UBA y desde 2012 los archivos de Bustillo y de Bullrich han sido donados a la Biblioteca de la Universidad Torcuato DiTella.
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