1)¿Qué sentiste cuando te convocaron como Jurado?
Primero alegría. El Ojo es un festival al que le tengo mucho cariño y mucho respeto, por eso lo segundo que sentí es una gran responsabilidad. Hay que estar a la altura de emitir un juicio justo para seleccionar el mejor trabajo de toda una región.
2) ¿Qué puedes decir con respecto a las piezas presentadas por las agencias de este año?
Había muy buen trabajo. La verdad que a pesar de que sobretodo en muchos países de Latinoamérica, como el nuestro, se están viviendo tiempos difíciles, nos hemos encontrado con muy buenas campañas de toda la región. Grandes ideas de Chile, Perú, Ecuador, Brasil, Argentina y muchas sorpresas lindas de latinos trabajando para los Estados Unidos. Además de España, que siempre aporta lo suyo.
3) ¿Qué te pareció el grupo de Jurados que estuvieron tanto tiempo para elegir los premios?
El jurado fue un grupo excelente en el que se dieron discusiones muy profundas e interesantes y a pesar de haber sido un grupo muy diverso, la manera de pensar se sintió bastante homogénea.
4) ¿Qué puedes decir de este festival como intercambio cultural y de ideas que se realiza año tras año?
Es una celebración de la creatividad de la región y la posibilidad de hacer un análisis y entender mejor lo que está pasando en una industria tan efímera como la nuestra. Es importante cuidar que sigamos teniendo estos espacios para ser conscientes del trabajo que estamos haciendo. Entender lo que pasó para delinear lo que viene.
5) ¡Cuál es tu desempeño en Lola Mullenlowe y qué nos puedes decir de las agencias de España con respecto a las agencias argentinas?
Soy el Director Creativo Ejecutivo de la agencia y la diferencia está más en el contexto, la cultura de cada país que dentro de la agencia. Las agencias con una cultura creativa se parecen bastante en términos de que somos un grupo de personas generalmente bastante diverso, inquieto y caótico, que intentamos hacer el mejor trabajo que podamos cada día, equivocándonos mucho y cambiando las cosas hasta el último momento. Somos como unos hippies estresados, que no paran y siguen peleando incluso cuando el anuncio ya está en el aire. Las diferencias son matices culturales de cada contexto.